ARQUERO
LA CONSTELACIÓN
Sagitario es Quirón, el centauro sabio que educó a héroes como Jasón o Aquiles. Quirón resultó herido por una flecha envenenada en una disputa entre Hércules y los centauros. Para que dejara de sufrir, Prometeo aceptó la inmortalidad de Quirón.
La constelación de Sagitario correspondía al Arquero al cual dibujaban en Babilonia como un ser temible. Tenía dos cabezas, cola de escorpión, alas, cuerpo de caballo y otras mezclas zoológicas. En Grecia transformaron este engendro en un centauro y conservaron el arco, el cual, por cierto, no está relacionado con ningún mito de centauros. Los hebreos retomaron el arco, pero dijeron que el arco pertenecía a Manasés. Los árabes, partiendo de otra tradición completamente diferente, imaginaron una manada de avestruces camino de su abrevadero.
En un extremo de la constelación de Sagitario, casi tocando la constelación de Ofhiucus, a unos 28.000 años luz, hay una radiofuente que indica la proximidad del centro de la Vía Láctea. A esta fuente de radio se la conoce como Saggitarius A.
Parece ser que el centro exacto de nuestra Galaxia está a 0,3 grados de Saggitarius A. De todas maneras no se sabe con certeza cuál es la naturaleza del centro de nuestra Galaxia. Al objeto que ocupa su posición se le ha llamado GZ-A. Algunos astrónomos creen que en GZ-A hay una gran densidad de estrellas; otros, en cambio, sostienen que en el centro de la galaxia hay un agujero negro.
El centro de la Vía Láctea no es visible desde la Tierra. Lo tapan nebulosas, materia oscura, estrellas muy brillantes, nebulosas planetarias, etc. Sin embargo, la presencia de GZ-A se ha deducido pro medio de sus emisiones de rayos gamma, rayos X y hondas infrarrojas.
Todas las estrellas de la Vía Láctea giran en torno a GZ-A. Se llama año galáctico a una vuelta completa de una estrella alrededor de la Galaxia. El Sol, concretamente, avanza a la velocidad de 250 km/seg y tarda un total de 225 millones de años en completar su año galáctico.
las estrellaS
Asterismo. Tetera. Las ocho estrellas más brillantes de la constelación, esto es, τ (tau), σ (sigma), φ (fi), ζ (zeta), λ(lambda), δ (delta), ε (épsilon)y γ (gamma) forman un asterismo que recuerda el recipiente casero para hacer infusiones.
Asterismo. Cucharita de Té. La Cucharita de Té parece recoger algo de la brillante leche de la Vía Láctea. Lo forman las estrellas ρ (rho), π (pi), ο(ómicrom) y ξ (xi).
Asterismo. Terebellum. Es un asterismo que aparece en algunos atlas estelares. Las estrellas de Terebellum tienen en común que forman un cuadrilátero y que están en torno a la cuarta magnitud. Sin embargo, no guardan ninguna otra relación entre sí, pues no forman ningún sistema. Terebellum lo constituyen las estrellas θ1 , ω, α1, y β 1,.
α (alfa) Sagittarii. En principio las estrellas denominadas con letras del alfabeto griego deben corresponder a las estrellas más brillantes de cada constelación. Alfa Sgr se aparta considerablemente de esta regla dado que sólo ocupa la duodécima posición por orden de brillo. Las estrellas de mayor magnitud aparente de Sagitario son Épsilon, Sigma y Delta. A pesar de lo dicho, ésta estrella de color azul brilla 100 veces más que el Sol.
β1 y β2 (beta) Sgr. Ambas lucen con un color blanco azulado. La estrella β1 aparece como una la doble solamente por un efecto visual. Sin embargo, la estrella β2 sí es una doble; su compañera de color blanco brilla con magnitud 7,4.
Estrella de la Pistola. IRAS 17430-2848. Hay una estrella asombrosa que habría pasado desapercibida si no fuera porque se distingue en el infrarrojo. Se encuentra próxima al centro de la Galaxia y forma parte del Cúmulo Quíntuple. La estrella ha contradicho la teoría de que el límite de las estrellas estaba situado en 120 masas solares. La Estrella de la Pistola, la más grande de las descubiertas hasta ahora, tiene una masa 150 veces superior a la del Sol. Otras de las cifras de esta supergigante azul también resultan asombrosas. Por ejemplo, consume en seis segundos la energía que gasta el Sol en un año y brilla cinco millones de veces más que nuestra estrella. Las propias dimensiones de este coloso comprometen su existencia. Su propia gravedad no puede retener las capas exteriores y la estrella se está desprendiendo de ellas a enormes velocidades. Estas capas expulsadas han formado la Nebulosa de la Pistola en el centro de la cual se halla la superestrella.
Objeto de Sakurai. V4334 Sgr. Es una enana blanca de la que sólo se esperaba que se enfriara y dejara de brillar por completo. Sin embargo, contra todo pronóstico, volvió a reencenderse inesperadamente. El descubrimiento lo hizo al astrónomo no profesional Yukio Sakurai en 1996. La aportación de Yukio Sakurai hizo que se tuvieran que revisar los modelos que aseguraban que las enanas blancas eran estrellas moribundas a las que sólo les quedaba colapsar. Ahora se piensa que los reencendidos son relativamente habituales y que en ellos se producen grandes cantidades del carbono con el que se generan nuevas estrellas.
los exoplanetas
OGLE-2005-BLG-169L. Estrella con exoplaneta. La estrella se encuentra muy lejos, a 9.000 años luz. Tal distancia ha hecho preferible utilizar el método de detección de microlentes gravitacionales que consiste en observar la estrella y el exoplaneta a partir del efecto que ocasionan en una segunda estrella. El exoplaneta parece ser del tipo rocoso 13 veces más grande que la Tierra y debe alcanzar unas temperaturas parecidas a las de Urano.
OGLE-TR-56. Estrella con exoplaneta. Cuando se descubrió el exoplaneta batió el récord en cuanto a velocidad de la órbita. El año del exoplaneta OGLE-TR-56 b, con un tamaño casi igual al de Júpiter, dura sólo 36 horas. La estrella es algo más grande que el Sol y su magnitud es 16,6. El exoplaneta se halla a 0,0225 unidades astronómicas de su estrella y las temperaturas que se alcanzan en él son elevadísimas.
CIELO PROFUNDO
Nebulosa la Laguna. M 8 (NGC 6523/30). El nombre responde a la banda oscura que la divide. M 8 es una bella nebulosa de magnitud 5 iluminada por el joven cúmulo abierto NGC 6530. Lo más interesante de M 8 es su gran vitalidad que supera incluso a la Nebulosa de Orión. Contiene estrellas en formación cuyas erupciones hacen que la nebulosa varíe de brillo de forma perceptible. Además, se han observado en algunas zonas glóbulos de Bok, esto es, condensaciones de materia que están originando protoestrellas. Una de estas zonas es la llamada Nebulosa Reloj de Arena (se parece a un 8) y se espera que en ella surjan nuevas estrellas dentro de un millón de años.
Delle Caustiche o Pequeña Nube Estelar de Sagitario M 24 (Mel 127). Cúmulo globular y nebulosa. Es una inmensa nube estelar situada en un brazo de la Vía Láctea. M 24 no deja de ser una llamativa concentración de luz rodeada de materia oscura. Angelo Secchi la llamaba Delle Caustiche a causa de “la peculiar distribución de sus estrellas en rayos, arcos, curvas cáusticas y espirales entrelazadas”. De magnitud 3,1, se observa a simple vista.
Hoyo Negro o Pequeña Nube Oscura de Sagitario. B 92-LDN 323. El astrónomo E.E. Barnard se fijó espacialmente en dos nebulosas oscuras de M 24 y las catalogó con los números 92 y 93. Las nubes oscuras están llenas de un polvo tan opaco que no dejan pasar apenas luz. La magnitud de la nube B 92 es de -79,9 (téngase en cuenta, por ejemplo, que la luna tiene +12 de magnitud y que se pueden ver a simple vista estrellas en torno a la magnitud 7). El Hoyo Negro se distingue incluso con prismáticos gracias a que está situada en medio de una zona repleta de estrellas.
Nebulosa Trífida o Trébol. M 20 (NGC 6514). Llamada así porque aparece dividida en tres partes por unos surcos oscuros. El nombre se lo puso John Herschel cuando la estuvo estudiando en el cabo de Buena Esperanza. Un cúmulo abierto de estrellas muy calientes iluminan por ionización las frías nubes de gas y polvo de la nebulosa. La Nebulosa Trífida, de magnitud 6,30, posee un acusado color rojizo que queda contrastado por otra nebulosa de color azul intenso que es iluminada por una estrella independiente.
Nebulosa Omega o Cisne. M 17 (NGC 6618). El nombre de Omega se lo puso Herschel que se imaginó en M 17 la última letra del alfabeto griego en mayúscula. Este nombre tuvo éxito y en algunas ilustraciones del siglo XIX se dibujaba la nebulosa directamente como la letra ω. Camille Nicolas Flammarion, más poético y fijándose en una especie de apéndice curvo en forma de 2 en la parte occidental, vio la silueta de un cisne e incluso “una nube de humo barrido por el viento”. La nebulosa, de magnitud 7, también es conocida como la nebulosa de la Herradura o de la Langosta.
A diferencia de otras nebulosas con cúmulos, las estrellas que iluminan la nebulosa no se perciben. No obstante, el poder luminoso de sus estrellas hace de M 17 la segunda nebulosa más brillante del hemisferio norte. Relativamente cercana a M 16, es probable que M 16 y M 17 pertenezcan al mismo conjunto de nubes cósmicas de la Vía Láctea.
Dragón Chino. NGC 6559. En la nebulosa NGC 6559 se están formando nuevas estrellas. El color rojo dominante lo confirma, puesto que lo origina la abundancia de hidrógeno. En cambio, el color oscuro que da forma al bello y estilizado Dragón Chino, se debe a unas zonas de polvo frío que absorben la luz. La nebulosa NGC 6559 se localiza cerca de la Nebulosa de la Laguna (M 8) y se halla a 5.000 años luz de Nuestra Galaxia.
Enana de Sagitario. dSph/E7. El destino de la galaxia enana de Sagitario es acabar siendo absorbida por la Vía Láctea. El proceso de canibalismo galáctico ya ha empezado y varios cúmulos que antes pertenecían a la Enana de Sagitario (M 54, Arp2, Terzan 7 y Terzan 8) han sido atrapados por nuestra Galaxia. Ahora se ha descubierto que la misma Enana de Sagitario está siendo absorbida por nuestra Galaxia. Sus estrellas están fluyendo a través de una corriente fantasma hacia el halo de la Vía Láctea.
La Enana de Sagitario es la segunda galaxia satélite más cercana a la Vía Láctea (dista 70.000 años luz). Pertenece al tipo esferoidal enana, el tipo de galaxias que más abunda en el Universo. Fue descubierta en 1994 por el equipo de Rodrigo Ibata (Universidad de Cambridge) por medio de imágenes fotográficas. En las fotografías observaron que había una gran concentración de estrellas cerca del halo de la Vía Láctea.
M 54 (NGC 6715). Cúmulo globular de la Galaxia Enana de Sagitario. Cuando Charles Messier descubrió M 54 en julio de 1778 no se podía imaginar que había encontrado el primer cúmulo ajeno a nuestra Galaxia, y, más aún, que probablemente este cúmulo haya pertenecido a una galaxia independiente, la cual, además, está siendo absorbida por la Vía Láctea. Por sí mismo M 54 resulta un cúmulo globular notable. M 54, con brillo real equivalente a 850.000 soles, únicamente es superado en luminosidad por Omega Centauri. No obstante, M 54 se halla situado tan lejos que su luz llega a la Tierra con la magnitud 7,7.
Mancha de Tinta. Barnard 86. Cúmulo abierto. De magnitud 7,6, el brillante cúmulo de estrellas NGC 6520 contrasta con la nube oscura de polvo estelar denominada Mancha de Tinta.
Nebulosa Pequeña Gema. NGC 6818. Nebulosa planetaria en forma de anillo distante unos 6.000 años luz que mide 0,5 años luz. De magnitud 9,3, se originó a partir de sucesivas explosiones de una estrella interior.
Galaxia de Barnard. NGC 6822. Fue el primer objeto independiente de la vía Láctea descubierto. Edwin Powel Hubble aportó datos que demostraban que esta nebulosa no pertenecía a nuestra Galaxia. Después se descubrió que se trataba de una galaxia enana relativamente cercana que está incluida en el Grupo Local. Su magnitud es de 9,9.
Nebulosa Araña Roja. NGC 6537. Nebulosa planetaria. Los dos lóbulos de la nebulosa han sido producidos por las ondas de los vientos estelares que lanza la estrella que hay en el interior. Las ondas miden unos 100 millones de km y la velocidad de los vientos estelares alcanza los 16 millones de km/h. La magnitud de la nebulosa es de 11,6 y se halla a 3.000 años luz.
Nebulosa Cabeza de Papagayo. Barrnard 87. Nebulosa formada por material oscuro situada al sur del cúmulo NGC 6520.
Hamburguesa de Gómez. IRAS 18059-3211. Justo antes de que una gigante roja expulse gases y partículas al espacio a grandes velocidades y se convierta en una brillante nebulosa, pasa por una fase previa en que el material que emite está frío y apenas tiene brillo. Es el caso de la nebulosa de la Hamburguesa, descubierta por Arturo Gómez, un astrónomo del Observatorio Interamericano de Cerro Tololo en Chile. Hay que decir que la nebulosa probablemente contenga dos estrellas. La nebulosa de la Hamburguesa, situada a 6.5000 años luz, debe su peculiar forma, en parte, a que se ve desde la Tierra de canto.
Cúmulo de Arches. El cúmulo más denso de la Vía Láctea. Tanto es así que contiene las estrellas más masivas y más densas de nuestra Galaxia (a excepción de la Estrella de la Pistola). De hecho, con unas 2.000 estrellas, contiene las 150 estrellas más brillantes siendo muchas de ellas 130 veces más masivas que el Sol. El cúmulo de Arches se encuentra a unos 25.000 años luz del Sistema Solar y a unos 100 años luz del centro de nuestra Galaxia. Está envuelto en una nube de gas y polvo estelar originado por las turbulencias de sus estrellas, que, precisamente por ser tan grandes, son muy inestables.
Ventana de Baade. El interés de esta región radica en que ella no hay apenas nada, ni estrellas ni polvo estelar. Esta circunstancia llevó al astrónomo alemán Walter Baade (1893-1960) que emigró a Estados Unidos en 1931, a utilizarla como ventana para observar el centro de nuestra Galaxia y realizar estimaciones precisas de su distancia. La región se encuentra cerca del cúmulo globular NGC 6522.
M 18 (NGC 6613). Cúmulo abierto. De 6,9 de magnitud, está asociado a una nebulosa. Su edad se estima en 32.000 millones de años lo que indica que es muy joven.
M 21 (NGC 6531). Cúmulo abierto. De magnitud 5,9, se halla a 4.250 años luz. Durante un tiempo se discutió si eran dos cúmulos unidos. Todo parece indicar que el núcleo de estrellas que se ve más concentrado y brillante es el único y verdadero cúmulo.
M 22 (NGC 6656). Cúmulo globular. Fue el primer cúmulo observado con telescopio. Lo detectó en 1665 Abraham Ihle, aunque algunos autores le otorgan el honor a Hevelius y adelantan el año de su descubrimiento a 1660. Sea como fuere, M 22 ocupa la cuarta posición en la lista de los objetos más brillantes viéndose desde la Tierra con magnitud 5,2. Observable a simple vista, con un telescopio se aprecia la belleza de este gran cúmulo que contiene alrededor de 70.000 estrellas muy agrupadas.
M 23 (NGC 6494). Cúmulo abierto. Algunos observadores han querido ver en M 23 un murciélago volando o un templo chino. M 23 es un cúmulo abierto de magnitud 5,5 que contiene unas 200 estrellas. Se encuentra a 2.200 años luz y tiene edad estimada de 200 millones de años.
M 25 (IC 4725). Cúmulo abierto. A pesar de su magnitud 4,6, el cúmulo abierto M 25 no está incluido en el catálogo NGC, sino en el catálogo IC de Dreyer que suele recoger objetos más débiles. La presencia de una serie de estrellas juntas en su parte central da la impresión de que contiene otro cúmulo en su interior. Entre sus estrellas cuenta con la presencia, excepcional en un cúmulo, de una cefeida con un periodo de 74 días. Las cefeidas son unas estrellas variables que se utilizan para medir la distancia de las galaxias. La cercanía de la variable U Cephei ha permitido estudiar mejor estas estrellas y determinar que M 25 se halla a tan solo 1.910 años luz.
M 28 (NGC 6626). Cúmulo globular. William Herschel lo comparó con una “nube de estrellas”. El cúmulo globular M 8 tiene una magnitud de 6,9 y está situado a una distancia de 19.000 años luz. Tiene la particularidad de que una de sus estrellas es un pulsar que gira sobre sí mismo 327 veces por segundo.
M 69 (NGC 6634/37). Cúmulo globular. Descubierto por Lacaille en 1775. Charles Messier lo incluyó en su catálogo en 1780. De magnitud 7,6, se ha detectado, en la composición de sus estrellas, la presencia de metales impropios de cúmulos de su tipo. Se cree que este hecho se debe a que el cúmulo ha capturada estrellas ajenas.
M 70 (NGC 6681). Cúmulo globular. En 1995 Alan Hale y Thomas Bopp descubrieron cerca de M 70 el famoso cometa conocido por la suma de los apellidos de ambos, el cometa Hale-Bopp. Dos características hacen especial al cúmulo: su gran densidad, lo cual hace suponer que hubo un gran colapso nuclear en su interior, y la gran velocidad con la que se aleja, 200 km/seg. La magnitud de M 70 es de 7,8.
M 75 (NGC 6864). Cúmulo globular. De magnitud 8,6 y a una distancia de 65.000 años luz, algunos observadores han indicado que podría haberse escapado de la Vía Láctea. Este hecho estaría confirmado por su gran velocidad, unos 300 km por segundo.