EL EXOPLANETA DE FORMALHAUT Y LA GALAXIA NGC 4151
¿No sirvió de nada tanta sangre derramada en la Batalla de los Campos del Pelennor en la que Sauron fue derrotado? ¿Acaso el Señor Oscuro (también llamado Ojo de Fuego y Ojo que Todo lo Ve porque nadie, ni siquiera el poderoso mago Gandalf se atreve a pronunciar su nombre auténtico) ha vuelto para instaurar su imperio maligno? Debemos estar preparados porque en el cielo profundo se han descubierto no uno, sino dos Ojos de Sauron que nos avisan que las horribles calamidades que se narran en la novela El Señor de los Anillos de J. R. Tolkien están a punto de suceder de nuevo.
EL EXOPLANETA DE FORMALHAUT
El primer y más conocido Ojo de Sauron fue descubierto en 2008 por el Telescopio Espacial Hubble. Fue un acontecimiento notable que mereció ser imagen del día de la NASA no sólo por la espectacularidad de la imagen, sino también porque era la primera vez que se mostraba un exoplaneta fotográficamente.
El exoplaneta orbita en torno a la estrella Fomalhaut de la constelación Piscis Austrinus. En la imagen se aprecia disco hielo y polvo que equivaldría al Cinturón de Kuiper de nuestro sistema solar. En el interior del disco, a 17,2 millones de la estrella (lo que equivale a 12 veces la distancia que hay del Sol a Saturno) se encuentra el exoplaneta Fomalhaut b que es tres veces mayor que Júpiter.
Una característica muy especial del exoplaneta es su gran excentricidad. En su órbita se aleja 43.400 millones de kilómetros de su estrella y en su punto más cercano se acerca a tan sólo 7.400 millones. Ello ha hecho pronosticar a los astrónomos que en el 2032 el exoplaneta chocará con el disco de hielo y polvo provocando una serie de catastróficas explosiones en su atmósfera que superarán a la que sufrió Júpiter con la colisión del cometa Showmaker-Levy con Júpiter.
LA GALAXIA NGC 4151
El segundo Ojo de Sauron se ha encontrado en el centro de la galaxia NGC 4151 (magnitud 11,5) en la constelación Canes Venatici. Allí el telescopio Chandra detectó una fuerte emisión de rayos X ocasionada por una gran explosión. Al parecer la explosión se produjo al caer en el agujero negro supermasivo (zona blanca del centro) una gran cantidad de material. La gran cantidad de gas resultante alcanzó unas temperaturas tan altas que emitió rayos X (zona azul).
La imagen ofrece otros colores debido a la superposición de otras observaciones realizadas con otros instrumentos. El color amarillo indica la presencia de hidrógeno cargado y fue observado por el Telescopio Jacobus Kapteyn en La Palma. El rojo indica la presencia de hidrógeno neutro y fue detectado por el radiotelescopio VLA de Nuevo México. Las zonas amarilla muestran los lugares en los que se han originado estrellas hace poco.
El gran interés de estas observaciones es que evidencian en una galaxia relativamente cercana (43 millones años luz de la Tierra) la presencia de un agujero negro supermasivo que sigue creciendo al absorber el material de la galaxia que lo circunda.